Las escrituras nos enseñan que no debemos amar al mundo, a no satisfacer los deseos de la carne y a luchar contra el demonio
Los enemigos del alma son tres Mundo, Demonio y Carne. Éstos nos llevan a desobedecer a Dios.
1.- Mundo:
Se lo vence aprendiendo a valorar las cosas como las valoran Dios y
los santos, no como lo hace la gente sin fe que tiene un modo de pensar
completamente materializado, restándole importancia a Dios y a sus
mandamientos.
Esto es a lo que llamamos secularismo, es decir, obrar de acuerdo a
las costumbres, modas o ideas de la gente sin fe, sin moral y sin Dios,
organizando la vida como si Él no existiera dándole importancia
solamente a lo que le guste a nuestro cuerpo, al orgullo, o a la
avaricia.
La escala de valores para Dios es la siguiente: