domingo, 26 de diciembre de 2010

Mensaje de Navidad de Benedicto XVI

“¿Qué busca nuestro corazón si no una Verdad que sea Amor?”

CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 25 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje navideño que dirigió a mediodía Benedicto XVI desde el balcón de la fachada de la Basílica de San Pedro del Vaticano antes de impartir la bendición "Urbi et Orbi".
* * *
"Verbum caro factum est" - "El Verbo se hizo carne" (Jn 1,14).
Queridos hermanos y hermanas que me escucháis en Roma y en el mundo entero, os anuncio con gozo el mensaje de la Navidad: Dios se ha hecho hombre, ha venido a habitar entre nosotros. Dios no está lejano: está cerca, más aún, es el "Emmanuel", el Dios-con-nosotros. No es un desconocido: tiene un rostro, el de Jesús.

Es un mensaje siempre nuevo, siempre sorprendente, porque supera nuestras más audaces esperanzas. Especialmente porque no es sólo un anuncio: es un acontecimiento, un suceso, que testigos fiables han visto, oído y tocado en la persona de Jesús de Nazaret. Al estar con Él, observando lo que hace y escuchando sus palabras, han reconocido en Jesús al Mesías; y, viéndolo resucitado después de haber sido crucificado, han tenido la certeza de que Él, verdadero hombre, era al mismo tiempo verdadero Dios, el Hijo unigénito venido del Padre, lleno de gracia y de verdad (cf. Jn1,14).

"El Verbo se hizo carne". Ante esta revelación, vuelve a surgir una vez más en nosotros la pregunta: ¿Cómo es posible? El Verbo y la carne son realidades opuestas; ¿cómo puede convertirse la Palabra eterna y omnipotente en un hombre frágil y mortal? No hay más que una respuesta: el Amor. El que ama quiere compartir con el amado, quiere estar unido a él, y la Sagrada Escritura nos presenta precisamente la gran historia del amor de Dios por su pueblo, que culmina en Jesucristo.

En realidad, Dios no cambia: es fiel a sí mismo. El que ha creado el mundo es el mismo que ha llamado a Abraham y que ha revelado el propio Nombre a Moisés: Yo soy el que soy... el Dios de Abraham, Isaac y Jacob... Dios misericordioso y piadoso, rico en amor y fidelidad (cf. Ex 3,14-15; 34,6). Dios no cambia, desde siempre y por siempre es Amor. Es en sí mismo comunión, unidad en la Trinidad, y cada una de sus obras y palabras tienden a la comunión. La encarnación es la cumbre de la creación. Cuando, por la voluntad del Padre y la acción del Espíritu Santo, se formó en el regazo de María Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, la creación alcanzó su cima. El principio ordenador del universo, el Logos, comenzó a existir en el mundo, en un tiempo y en un lugar.

"El Verbo se hizo carne". La luz de esta verdad se manifiesta a quien la acoge con fe, porque es un misterio de amor. Sólo los que se abren al amor son cubiertos por la luz de la Navidad. Así fue en la noche de Belén, y así también es hoy. La encarnación del Hijo de Dios es un acontecimiento que ha ocurrido en la historia, pero que al mismo tiempo la supera. En la noche del mundo se enciende una nueva luz, que se deja ver por los ojos sencillos de la fe, del corazón manso y humilde de quien espera al Salvador. Si la verdad fuera sólo una fórmula matemática, en cierto sentido se impondría por sí misma. Pero si la Verdad es Amor, pide la fe, el 'sí' de nuestro corazón”

Y, en efecto, ¿qué busca nuestro corazón si no una Verdad que sea Amor? La busca el niño, con sus preguntas tan desarmantes y estimulantes; la busca el joven, necesitado de encontrar el sentido profundo de la propia vida; la busca el hombre y la mujer en su madurez, para orientar y apoyar el compromiso en la familia y en el trabajo; la busca la persona anciana, para dar cumplimiento a la existencia terrenal.

"El Verbo se hizo carne". El anuncio de la Navidad es también luz para los pueblos, para el camino conjunto de la humanidad. El "Emmanuel", el Dios-con-nosotros, ha venido como Rey de justicia y de paz. Su Reino -lo sabemos- no es de este mundo, sin embargo, es más importante que todos los reinos de este mundo. Es como la levadura de la humanidad: si faltara, desaparecería la fuerza que lleva adelante el verdadero desarrollo, el impulso a colaborar por el bien común, al servicio desinteresado del prójimo, a la lucha pacífica por la justicia. Creer en el Dios que ha querido compartir nuestra historia es un constante estímulo a comprometerse en ella, incluso entre sus contradicciones. Es motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que ha nacido en Belén ha venido a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud.

Que la luz de la Navidad resplandezca de nuevo en aquella Tierra donde Jesús ha nacido e inspire a israelíes y palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica. Que el anuncio consolador de la llegada del Emmanuel alivie el dolor y conforte en las pruebas a las queridas comunidades cristianas en Irak y en todo Oriente Medio, dándoles aliento y esperanza para el futuro, y animando a los responsables de las Naciones a una solidaridad efectiva para con ellas. Que se haga esto también en favor de los que todavía sufren por las consecuencias del terremoto devastador y la reciente epidemia de cólera en Haití. Y que tampoco se olvide a los que en Colombia y en Venezuela, como también en Guatemala y Costa Rica, han sido afectados por recientes calamidades naturales.

Que el nacimiento del Salvador abra perspectivas de paz duradera y de auténtico progreso a las poblaciones de Somalia, de Darfur y Costa de Marfil; que promueva la estabilidad política y social en Madagascar; que lleve seguridad y respeto de los derechos humanos en Afganistán y Pakistán; que impulse el diálogo entre Nicaragua y Costa Rica; que favorezca la reconciliación en la Península coreana.

Que la celebración del nacimiento del Redentor refuerce el espíritu de fe, paciencia y fortaleza en los fieles de la Iglesia en la China continental, para que no se desanimen por las limitaciones a su libertad de religión y conciencia y, perseverando en la fidelidad a Cristo y a su Iglesia, mantengan viva la llama de la esperanza. Que el amor del "Dios con nosotros" otorgue perseverancia a todas las comunidades cristianas que sufren discriminación y persecución, e inspire a los líderes políticos y religiosos a comprometerse por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos.

Queridos hermanos y hermanas, "el Verbo se hizo carne", ha venido a habitar entre nosotros, es el Emmanuel, el Dios que se nos ha hecho cercano. Contemplemos juntos este gran misterio de amor, dejémonos iluminar el corazón por la luz que brilla en la gruta de Belén. ¡Feliz Navidad a todos!

[Traducción distribuida por la Santa Sede]

martes, 14 de diciembre de 2010

Oro, incienso y mirra: Los regalos de los Reyes Magos al Niño Jesús

Significado de los presentes al Niño Jesús

¿Por qué los Magos regalaron al Niño Jesús oro, incienso y mirra? A lo largo de la historia del cristianismo, diversos teólogos han sostenido variadas hipótesis, algunas terrenas y otras trascendentes. El motivo que espontáneamente surge en primer lugar es el económico y se refiere concretamente al valor pecuniario de las ofrendas.

El oro tuvo siempre un precio alto. En la época de Jesús el incienso costaba apenas un poco menos que el oro, pero la mirra valía unas siete veces más que ambos (Vaughan, 1998). La ofrenda de los Magos, entonces, representaba un altísimo valor económico. Los elevados valores del incienso y de la mirra explican por qué el comercio de ambos artículos era tan lucrativo. Los países productores intentaban por todos los medios mantener su monopolio y procuraban descorazonar cualquier intento de ubicación de las plantaciones. Hacían circular rumores falsos sobre su localización y echaban a rodar diversas leyendas, como la que aseguraba que los árboles estaban protegidos por feroces serpientes voladoras (Albert, 1990: 96-97).



OTRO SIGNIFICADO

Los Padres de la Iglesia y los teólogos han señalado otros significados para los regalos al Niño Jesús. Algunas interpretaciones presentan un mayor alcance teológico y trascendental.


Cofre con oro
El oro, metal precioso propio de reyes, simbolizaba el tributo a la realeza de Jesús, a su calidad de rey.














Varillas de incienso
El incienso, de importante papel en los rituales religiosos y en las ofrendas a las deidades — tanto en las religiones idolátricas como en el judaísmo — era un tributo a la divinidad del Niño, el reconocimiento de que Jesús era Dios.
















Mirra
La mirra, usada en los embalsamamientos, en la unción de los cadáveres y en los ritos funerarios, era emblema de muerte y sufrimiento y por lo tanto, prefiguraba la pasión y muerte de Cristo. Simbólicamente era un tributo a Jesús hombre, a su componente humano.







Los Magos presentaron, entonces, oro para el rey, incienso para el Dios y mirra para el hombre.

A su vez, Jacobo de Voragine afirma que el oro simboliza el amor, el incienso la plegaria y la mirra la mortificación de la carne. Sostiene que los tres presentes significan tres atributos de Cristo, “su más preciosa divinidad, su más devota alma y su carne intacta e incorrupta.” (Voragine, 1995: 83)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Matrimonio entre hombre y mujer es obra maestra del Creador, dice Obispo argentino

BUENOS AIRES, 13 Dic. 10 / 05:46 am (ACI)

Mons. Sergio Buenanueva, Obispo Auxiliar de Mendoza, manifestó que "la familia fundada sobre el matrimonio de un varón y una mujer, es una obra maestra del Creador, no el mero producto de la evolución cultural del hombre".
Durante la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, el Prelado explicó que para los cristianos el matrimonio entre un hombre y una mujer "está enriquecido con la gracia del Sacramento".
El Obispo Auxiliar expresó su preocupación por los ataques que sufre la familia y el matrimonio, como la legislación que autoriza en el país las uniones homosexuales, por lo que recordó que sólo en la gracia de Dios "la familia encontrará la energía necesaria para seguir siendo, en medio de los desafíos actuales, hogar de la vida".
"Incluso cuando esto suponga un alto grado de resistencia a la cultura dominante, particularmente agresiva con los vínculos familiares".
Ante esta situación de agresión a la familia, Mons. Buenanueva destacó que "María es signo de esperanza", de fortaleza y de consuelo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Las cinco claves para evangelizar hoy, según el cardenal Rouco

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela explicó cómo evangelizar hoy “a una sociedad que, sociológica, analógicamente, ha apostatado y ha dado la espalda a su pasado y a su experiencia de fe”.
Al presentar el XII Congreso de Católicos y Vida Pública en la Universidad San Pablo CEU (que se celebra del 19 al 21 de noviembre en esta universidad; programa y horarios en http://congreso.ceu.es ), el cardenal fue desgranando su visión de la Nueva Evangelización, “que formuló Juan Pablo II con algún antecedente de Pablo VI”. Sus argumentos pueden formularse en cinco claves.

1. Desmontar los prejuicios anticristianos
El cardenal explicó el “ambiente hostil” a la fe. Por un lado, desde ámbitos intelectuales: “Aunque no hay hoy grandes propuestas filosóficas no cristianas, perviven filosofías del siglo XVIII, que en la práctica se centran en la moda del agnosticismo, la duda de si la verdad es cognoscible. Relativizar la verdad está a la orden del día, en parte por el fracaso del marxismo. El existencialismo tampoco se ha modernizado ni actualizado, pero pervive con el lema ‘mi vida es mía, hay que vivirla y se acabó’. Hemos de tener respuesta intelectual a esto” También pidió desmontar la mala teología que no cree en la Resurrección, que Cristo sea Hijo de Dios, etc… Y afrontar el prejuicio de que el cristianismo “no es eficaz”, que no sirve para la vida, que no mejora la sociedad… Estos prejuicios deben refutarse.

2.Suscitar fascinación por Cristo 
“¡El sepulcro de Jesús está vacío, y Él no es un fantasma!”, exclamó el cardenal. Jesucristo es la figura central que debe ofrecerse al mundo, y de forma atractiva.

3.Renovar la Iglesia con nuevas realidades y brotes
El cardenal recordó que en el avión de ida a Santiago, Benedicto XVI alabó el ejemplo renovador de tres santos españoles: Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila y San Juan de Ávila. “Ignacio creó una compañía, presbíteros compañeros. Teresa hizo volver su orden al origen de los eremitas, a la oración. Juan de Ávila, de origen hebreo, conocedor del Renacimiento…” De ellos aprendemos que lo antiguo, puede renovarse. “De antiguas formas de vida consagrada hoy nacen nuevos brotes llenos de vitalidad”, dijo el cardenal, aunque declinó mencionar ninguna congregación por su nombre, “para que no digan que favorezco a tal o cual grupo o personas”. “Es importante el papel de las nuevas realidades de la Iglesia, hemos de acoger el Espíritu Santo, ver como se transmite, fijarnos en los datos y ver en qué formas ha cuajado”, insistió.

4. Predicar el anuncio directo de Cristo resucitado 
El cardenal recordó que el Espíritu Santo también actúa a través de los Papas, y que “la personalidad de los Papas desde Pablo VI hasta hoy es de una gran riqueza, también carismática”. De Juan Pablo II quiso destacar “su método: el anuncio directo y claro del Evangelio, como en la época de los apóstoles”. Aunque el Papa polaco conocía bien la teología escolástica y la filosofía moderna, “en el micrófono todo era anuncio directo de Cristo muerto y resucitado por la salvación del mundo”. Es decir, el kerigma, el primer anuncio.

5. La eficacia evangelizadora de la familia cristiana 
“No hay futuro sin la familia, hay que tomarse en serio eso de que es la célula básica de la sociedad”, proclamó el cardenal. Y profetizó: “las familias cristianas van a tener un efecto increíble en la evangelización y transmisión de la fe. San Juan dice que ‘Dios es amor’, y eso no lo podemos tomar a broma”.
Anunció a los asistentes que en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Madrid, en la tercera semana de agosto “pueden estar seguros de que en los actos en Cuatro Vientos con el Papa se reunirán no menos de millón y medio o dos millones de jóvenes”.
Y alabó el lema del Congreso de Católicos y Vida Pública, que este año coincide con el de la JMJ: “Arraigados en Cristo: firmes en la fe y en la misión”. “En estos tiempos de tantos cambios históricos, en parte por la debilidad de la fe, es de mucho acierto el lema del congreso. ¡Que los congresistas salgan de él afirmados en la fe y dispuestos a seguir firmes toda su vida”, deseó el cardenal.
Rouco no podrá asistir al Congreso Católicos y Vida Pública, como hace habitualmente, porque coincide con el consistorio de cardenales en Roma, donde anunció que, entre otras cuestiones, se tratará la vigencia del documento “Dominus Iesus” a los 10 años de publicarse, un texto en el que la Iglesia insiste en su doctrina tradicional de que sólo Jesucristo salva (no lo hace nada de otras religiones, ni la bondad de los actos) y en que las comunidades protestantes, aunque cristianas, no son iglesia en ningún sentido, mientras que las ortodoxas sí son parte de la Iglesia que Cristo fundó, aunque en una comunión imperfecta.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Ideologías anti-vida van contaminando a argentinos, advierte Obispo

BUENOS AIRES, 02 Dic. 10 / 08:42 pm (ACI)

El Obispo de San Justo, Mons. Baldomero Carlos Martini, llamó a una mayor relación con Dios porque el aborto, el crimen organizado y las drogas, muestran que las ideologías antivida se están apoderando de la mente de los argentinos.
En su carta por Adviento, el Prelado indicó que estas manifestaciones contra la vida "nacen de ideologías y falsas compasiones, que van contaminando poco a poco la mentalidad y el actuar de los argentinos. Pareciera que la vida no tuviese importancia o valor".
Ante ello, recordó que "la cultura de la vida debe ser una misión inclaudicable para todos, en estos tiempos difíciles de tanta inseguridad y confusión". Pidió tener una relación consciente con Dios, de quien viene y pertenece la vida, así como con todos los hombres. También exhortó a respetar la naturaleza, que es manifestación del Creador.
"Por el hecho de ser humanos, todos, creyentes y no creyentes, debemos construir en el corazón de la sociedad argentina la cultura de la vida, que supere y venza la incultura de la muerte", insistió.
Finalmente invitó a vivir el Adviento y la Navidad celebrando "esta hermosa realidad, que es la vida", y ayudándose mutuamente a descubrir la responsabilidad de anunciar el Evangelio de la vida".
Para ello, indicó, es necesario "realizar gestos concretos que nos lleven a estar cerca del dolor de los que son heridos por la muerte y destruidos por la adicciones y aprender juntos a conmovernos por los niños no nacidos, los no deseados y los asesinados por el aborto".

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Proyecto de ley para proteger a embarazadas y niños por nacer en Argentina

BUENOS AIRES, 07 Dic. 10 / 02:35 pm (ACI)

La Red Federal de Familias elaboró un proyecto de ley de iniciativa popular sobre "Protección integral de la familia", que ingresó en la Defensoría del Pueblo el pasado 25 de noviembre. Tras su aprobación, la Red –con presencia en la mayoría de las provincias– comenzará la etapa de recolección de firmas.

Según informa Notivida, parte de la iniciativa, referida a la "protección integral de los derechos humanos de las mujeres embarazadas y de los niños por nacer", fue hecha propia por un nutrido grupo de diputados de distintos bloques y presentada el pasado 2 de diciembre.

El proyecto presentado en la Cámara de Diputados le garantiza al niño por nacer el "derecho inalienable a la vida". Estipula una asignación especial para la mujer víctima de una violación –desde la concepción y hasta que el hijo cumpla 18 años–. Si la mujer decidiera no tomar a su cargo la crianza y educación del niño, se favorecerá su adopción o guarda y la asignación será percibida por la familia adoptante o guardadora a partir del momento en el que se haga cargo del niño.

También contempla que en los embarazos de riesgo, nacimientos prematuros y partos anticipados, el Estado deberá brindar los medios que posibiliten proteger el derecho a la vida tanto del niño como de la madre, haciéndose cargo de todos los costos que ello demande.

La mujer embarazada que no estuviera empleada o emancipada recibirá una Asignación Universal por Hijo por Nacer equivalente a la fijada para los hijos menores de edad.

Todo hospital público deberá contar con un Centro de Asistencia a la Mujer Embarazada, conformado por ginecólogos, obstetras, neonatólogos, psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales; que deberán brindar atención directa durante las 24 horas.

Entre los firmantes del proyecto figuran: Julio Ledesma y Patricia Gardella (Corriente de Pensamiento Federal, Buenos Aires), Omar De Marchi (Demócrata, Mendoza), Juan José Álvarez (Peronista, Buenos Aires), Cinthya Hotton (Valores para mi País, Capital Federal), Hilda Aguirre de Soria (Frente para la Victoria, La Rioja), Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos), Rodolfo Fernández (Unión Cívica Radical, Corrientes), Paula Bertol (Pro, Capital Federal), Zulema Daher (Peronismo Federal, Salta), Norah Castaldo (UCR, Tucumán), Juan Dante González (FpV, Mendoza), Ivana Bianchi (Peronismo Federal, San Luis), Héctor Tomas (FpV, San Juan) y Guillermo Pereyra (FpV, Mendoza).

http://www.aciprensa.com

jueves, 2 de diciembre de 2010

Como hacer atractiva la exigencia

MADRID.- Educar es entusiasmar con los valores. Estamos en un momento en el que mucha gente joven está perdida, sin saber a dónde ir.

Estar perdido es no tener rumbo. Ir tirando a ver qué pasa. Veo mucha gente joven así. Y no hablo sólo de nuestro país. McLuhan habló del planeta global.

¿Por dónde debemos empezar? Los edificios que no se caen son los que tienen unas bases firmes, unas raíces sólidas. Lo primero de todo es la formación. Educar, convertir a alguien en persona. Educar es conseguir seres humanos con dignidad y criterio. Educar es seducir con modelos sanos, atractivos, coherentes y llenos de humanidad.

Por ahí debemos comenzar. Ejemplos de vidas llenas de sentido, atractivas, que nos empujen, que arrastren nuestra conducta en esa dirección. Educar es atraer por encantamiento y por ejemplaridad.

El gran educador moderno está enfermo y con mal pronóstico: la televisión.

Y no hay ningún indicador que nos diga que va a cambiar en positivo.

Pero la primera fuente educativa, en la que todo debe arrancar, es la familia. La familia debe ser una escuela en la que uno se sabe querido por lo que es, y no por lo que tiene. Una familia sana es la primera escuela en la que uno recibe lecciones que no se olvidan.

Si la familia funciona, la persona va a tener un edificio construido con materiales resistentes. Allí hay un mundo mágico y decisivo. Porque la primera piedra de la educación es la formación. Adquirir una buena formación, en general, es distinguir lo que es bueno de lo que es malo; tener criterio; saber a qué atenerse; discernimiento: aprender a penetrar en la realidad distinguiendo lo que es mejor y más positivo para escoger ese camino.

La formación hospeda en su interior distintos ingredientes. Hay dos notas principales que no quiero dejarme en el tintero, por eso quiero plasmarlas cuanto antes: la formación humana y la espiritual. La primera aspira a que lleguemos a tener un comportamiento propio de seres humanos y, dentro de ese plano, se abren tres grandes notas: la inteligencia, la afectividad y la voluntad. Para mí ellas constituyen el subsuelo desde dónde debe arrancar la condición humana. Cada una de ellas tiene un largo recorrido.

La inteligencia es la capacidad de síntesis; saber distinguir lo accesorio de lo fundamental. Desde pequeños, hay que enseñar a pensar, a tener espíritu crítico y a formular argumentos que defiendan nuestras ideas y creencias. Hay muchos tipos de inteligencia y, en general, unas y otras no se llevan bien; parece como si poseer unas, excluyera a otras. Inteligencia teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva, creativa, inteligencia emocional (tan de moda hoy, desde el libro de Goleman), fenicia, instrumental, matemática? e inteligencia para la vida (saber gestionar del mejor modo posible la propia trayectoria). Todas tiene un lugar común, captar la realidad desde diversos ángulos.

La inteligencia se nutre de la lectura. Fomentar este hábito es esencial. Hoy a todos nos cuesta más, pues estamos en la era de la imagen. Pero hay que intentarlo. Un par de libros siempre cerca, alternándolos. Y la curiosidad como ingrediente esencial. La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio físico es al cuerpo.

La afectividad: ese sentido pura sangre que recorre nuestra persona y que se manifiesta por medio de los sentimientos, las emociones y las pasiones. Tener una buena formación sentimental significa capacidad para dar y para recibir amor. Uno de los puntos básicos, en este sentido, es aprender a expresar sentimientos: desde dar las gracias, mostrar afecto, saber que la palabra bien empleada es puente de comunicación: te quiero, te necesito, perdoname, ayudame en este asunto, necesito hablar contigo, tengo un problema y necesito que me orientes. Todo eso cultiva, hace prosperar el mundo sentimental, y le da fuerza y consistencia.

En tercer lugar, la formación humana tiene un elemento decisivo, clave, de una importancia a la larga de gran alcance: la voluntad.

¿Qué es la voluntad, en qué consiste, qué características tiene? Voluntad es la capacidad para ponernos metas, objetivos y luchar a fondo por ir consiguiéndolos. Con la voluntad no se nace, sino que uno la cultiva, la trata, se empeña por ir incluyéndola en la conducta personal, contra viento y marea.

La voluntad es la determinación, la firmeza, el esfuerzo deportivo por conquistar cimas de cierto nivel que nos ayuden a crecer como personas. Y ésta, a su vez, se compone de una serie de ingredientes que son muy importantes: el orden, la constancia y la motivación.

Yo les llamo a todos esos elementos la inteligencia instrumental, porque son las alas que hacen volar alto a la inteligencia? las joyas de la corona. No hago lo que me apetece ni lo que me pide el cuerpo, sino lo que es mejor para mí, aquello que me hace crecer como persona.

La formación espiritual significa la rebeldía del que no quiere vivir como un animal, sino como una persona. Hoy lo políticamente correcto es no creer en casi nada, todo light , ligero, liviano, sin compromiso con nada? es el posmodernismo: una vida sin valores ni convicciones, suspendida en el relativismo y la permisividad.

La espiritualidad bien entendida nos hace crecer en humanidad y nos lleva a ver al otro en toda su dignidad. Expulsar a Dios de la vida personal, porque está de moda y se lleva y eso es lo que hay, no hace más libre ni a las personas ni a la sociedad. Eso lleva a lo que estamos viendo hoy tan a menudo, un vacío espiritual enorme.

Sólo un profundo sentido espiritual de la vida, moderno, abierto, liberal?, pero firme como la tierra sólida que pisamos, es capaz de cambiar en profundidad el corazón del ser humano. Esta sociedad está muy perdida en lo básico. Hablaría de esto con detalle, pero ahora dejo sólo apuntada esta idea para el que quiera recogerla. Pero lo resumiría de este modo: la persona espiritual lo juzga todo.

No quiero alargarme para no hacer muy extenso este artículo. Cuanto más vale una persona, más valora a los demás. Y al revés. No hay secretos para el éxito, éste se alcanza con preparación progresiva, trabajando con minuciosidad sobre uno mismo, sacando lecciones de los fracasos y procurando tener un modelo de identidad, esos ejemplos de vida lejanos o cercanos, que tiran, arrastran, empujan en esa dirección para conseguir hacer una pequeña obra de arte de la vida personal.

Querer es poder. Voy contra corriente. No me importa, sé que son tiempos difíciles, en los que hay mucha gente desorientada, pero que puede ser reconducida. En el libro de Chesterton El hombre eterno , el autor habla de ir contra la corriente, y dice lo siguiente: cuando uno va navegando por un río de cierto caudal a favor de la corriente, ésta lo lleva a uno rápida y fluidamente, pero se corre el riesgo de ir tan bien, que uno se duerme y se puede caer al agua y ahogarse. Por el contrario, cuando uno está acostumbrado a ir contra la corriente, hay que luchar y esforzarse y resistir, y cada pequeña victoria es un triunfo? el agua salpica a la cara y es difícil seguir, pero la pasión por avanzar es mayor, así se fortalece la postura.

Para ir contra la corriente hoy hay que estar bien formado y tener ideas claras, y criterios coherentes y sólidos para no dejarse llevar por una sociedad herida por el consumismo y manipulada por los medios de comunicación.

El ser humano es el capital más preciado. La crisis económica es nada comparada con la crisis moral. No saber para dónde tirar ni a qué atenerse es mucho más grave. Una educación permisiva y relativista se sitúa lejos de la voluntad y la buena orientación, y destruye el vigor del alma y del cuerpo.

El autor es un catedrático español en Psiquiatría, autor del libro Quién eres.

Enrique Rojas
Para LA NACION
Miércoles 20 de mayo de 2009

miércoles, 1 de diciembre de 2010

7 Mandamientos para un Matrimonio Feliz

  1. Dile que le quieres todos los días: le gusta oírlo, aunque ya lo sepa
  2. Acostúmbrate a perdonar y olvidar sus errores
  3. Quiérele como es: fíjate en las virtudes y no en los defectos. Piensa que tú también tienes defectos
  4. Asómbrate cada día de la posibilidad de tenerle cerca: no te acostumbres a su compañía
  5. Protege lo más importante que tienes: su amor. No lo arriesgues y cuídalo con todas tus fuerzas
  6. Disfruta con cada detalle que tenga contigo y esfuérzate por tener nuevos detalles de amor cada día
  7. Cuida de los hijos y permanece abierto a la vida: el trabajo y la diversión no son lo 1º

Los buenos modales con Dios

En la vida social hay unas formas, unas “reglas” de buena educación, unas maneras de tratarse, y hasta un protocolo. Una persona se muestra a sí misma, también a través de ellas. En la religión también hay unos modos de relacionarnos con Dios, mostrarle nuestra fe, nuestra reverencia y nuestro amor. Se la podría llamar la “urbanidad de la piedad”.

Cuando Dios se aparece a Moisés en la zarza ardiente, lo primero que le dice es “sácate las sandalias... el lugar que pisas es santo”. Nos habla del necesario respeto de lo divino, del sentido de lo sagrado. Jesús se vio obligado a poner orden en el Templo de Jerusalén, echando a los mercaderes y cambistas que deshonraban la casa de Dios. Hay una distancia infinita entre Dios y el hombre: el amor y la confianza que proceden de la filiación divina no conllevan -sería un contrasentido- una falta de respeto o igualdad de situación delante de nuestro Creador.

En el colegio estamos formando a nuestros alumnos. Parte de esa formación consiste en enseñarles a comportarse delante de Dios y a tratar las cosas santas. Es por esto que debemos cuidar las posturas, gestos, etc. de manera especial. Además, por la edad de aprendizaje en la que están y porque son muchos alumnos, conviene insistir en unas normas fijas, sobre todo para que se les quede grabado un estilo.

“Las formas forman” si se les pone contenido -es amor, no será formalidad- y si se entiende la razón de ser de cada una. Por eso no es exagerado. Las normas de comportamiento en el oratorio tienen una finalidad pedagógica. Todo pretende ser expresión de respeto y amor a Dios.

En la Iglesia hay unas normas litúrgicas que garantizan el cuidado del culto a Dios. Una especie de “protocolo” para lo sagrado: modos sobre cómo debemos tratar a Dios y las cosas de Dios.

También hay una serie de cuidados que no están preceptuados como leyes litúrgicas, pero que siempre han vivido los cristianos piadosos como expresión de reverencia y amor. Es parte del tesoro del patrimonio espiritual de la Iglesia.

Jesús resume toda la ley de Dios en un solo mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con toda tu alma”. Amar a Dios con todo nuestro ser y nuestra vida. Obviamente incluye nuestros gestos. El amor se nota. Y si no se nota... es que es demasiado débil.

Hemos de estar atentos para que la confianza no degenere en falta de respeto: sería ofensivo para con Dios. Nadie en sus cabales podría decir “porque te quiero tanto, no te respeto, te trato mal y te ofendo”. No puedo amar lo que no respeto. Tampoco lo que no venero.

La dignidad, la delicadeza son necesarias, ya que como seres compuestos de alma y cuerpo, expresamos nuestros afectos, nuestra fe y todo lo espiritual a través del cuerpo.

Con nuestras maneras, nos mostramos a nosotros mismos. Con el cumplimiento de los modales y normas de buena educación se muestra la “calidad humana” de una persona. Así también, con la urbanidad de la piedad muestra nuestra fe, esperanza y amor. Es respeto y elegancia, aplicado a las cosas de Dios.

Buena educación en el oratorio

El buen comportamiento en el oratorio no se limita a las celebraciones litúrgicas. Una vez que se ha entrado en el oratorio, se está en un lugar sagrado. Es para rezar. Hay que estar en silencio. Por eso preferimos llamarlo “oratorio”: hay que respetar con el silencio también a los que rezan. Incluso cuando no está reservado el Santísimo Sacramento en el sagrario.

Desgraciadamente, en general, se descuida bastante el silencio y se charla con cierta soltura, dentro de la iglesia. Esto hace que por más que insistamos nunca insistiremos demasiado... Silencio no es un mero no hablar. Expresa respeto, veneración. Es ya una forma de culto, ante Jesús presente en la Eucaristía. Es necesario para descubrir a Dios y poder escucharlo. Tiempo de recogimiento y meditación. Tenemos que ser capaces de silencio.

También es conveniente evitar distracciones. Curiosidad de mirar quién entra o sale. Quién estornudó... Peinarse en el oratorio… (hacerse la coleta en la mesa es de mala educación, tanto más en el oratorio)

Elegancia en el vestir: cuanto más elegantes, mostramos más respeto y amor. Es por eso que, además de ir decentes (faldas de largura adecuada y no ir transparentes ni escotadas) conviene ir bien arreglados (en concreto: llevar el pelo recogido de modo adecuado, por ejemplo no llevar moñitos sujetos con un bolígrafo o un lápiz…)

Las posturas en el oratorio

Al entrar en el oratorio; lo primero, buscar el sagrario, para saludar el Señor con una genuflexión.

La genuflexión es un acto de adoración, por lo que sólo se hace delante de Dios. La rodilla derecha toca el suelo, con el cuerpo erguido, mirando hacia el sagrario.

En general, en las posturas no hace falta estar firmes... pero tampoco apoyados en la pared, ni recostados en el banco.

Cuando estemos sentados, es más adecuado no estar pegados unas a otras, y es importante no abrir mucho las piernas. Tampoco se cruzan las piernas en el oratorio, ya que es un signo de distensión y no es elegante hacerlo. No apoyar los pies en los reclinatorios (se estropean los reclinatorios y se mancha de polvo quien después se arrodille).

En la fila para comulgar, vamos preparándonos a recibir al Señor. Supone recogimiento interior (concentrados, sin la curiosidad de mirar para todos lados, darse vuelta, etc.). Al devolver la bandeja de la comunión, no darle la espalda al sacerdote y al Santísimo.

Luego de la Comunión, viene la Acción de gracias. Se calcula que las especies sacramentales tardan 10’ en deshacerse dentro del cuerpo, por respeto y devoción existe la costumbre de quedarse dando gracias desde nuestro interior durante ese tiempo.

*Inés María Somolinos es Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora del Colegio Ayalde – España.

Autor: Inés María Somolinos | Fuente: http://www.ideasclaras.org