viernes, 29 de marzo de 2013

Amigos, la Iglesia necesita de sus blogs

Ser bloguero es una vocación que conlleva un carisma especial. No es algo que se improvise o se mantenga a base de buenos propósitos y expectativas personales. Cada blog es como un manantial que necesita de un aporte de agua constante para no secarse.
 

Si pensamos que esta fuente puede ser alimentada de egoísmos, soberbias y expectativas de popularidad, pronto nos daremos cuenta que nuestro depósito de agua se termina en poco tiempo. No sabremos qué escribir o qué compartir, porque nuestra vida no genera un caudal para compartir con los demás.

martes, 26 de marzo de 2013

Un giro en la historia

La plaza de San Pedro testigo de algo más que una sucesión

En el último mes la plaza de San Pedro ha sido escenario de acontecimientos sorprendentes y novedosos en la Iglesia. Simultáneamente, a través de internet y de la labor de los medios de comunicación, se hizo plaza del mundo.

Un Papa, S.S. Benedicto XVI, con su renuncia ante la limitación de fuerzas para continuar ejerciendo el ministerio petrino, había cambiado la historia de siglos. El elegido como sucesor irrumpió desde el sur del continente Americano, desde la Argentina; es un jesuita que se hizo llamar Francisco. Esa plaza fue ante cada escena pueblo de Dios reunido, creyente, esperanzado y testigo. Iglesia, misterio, sacramento. Difícil comprensión del fenómeno sin un paradigma religioso.

Allí se despidió al Pontífice que hacía poco había "abierto las puertas" para renovar la experiencia de la Fe. Y allí se recibió al Papa que pidió silencio y oración para poder ser bendecido por Dios a través de su pueblo, antes de impartir él la suya.

El domingo 17 de marzo, ese pueblo acudió al primer Ángelus del Papa Francisco, quien en pocos días había conquistado la atención de creyentes y no creyentes con su presencia cercana y sus gestos de "cura de barrio". Tampoco pasó inadvertida su austeridad. Ni su espontaneidad, que retó los esquemas de la seguridad del Vaticano. Ni la naturalidad de saludar a los sorprendidos asistentes al finalizar la misa dominical en la parroquia de Santa Ana, hecho habitual en su país natal.

Después, desde el balcón del apartamento pontificio, el Papa comentó el Evangelio anclando el mensaje en anécdotas e ideas claras sobre la misericordia y el perdón, sin que faltaran toques de humor. En pocos días el obispo de Roma se había hecho vecino de sus feligreses.


Un giro en la historia

El martes 19, fiesta de san José, la plaza de San Pedro volvió a convertirse en el corazón de la Iglesia católica. Esta vez, para ser testigo del inicio del pontificado del 266 sucesor de Pedro, aquel pescador elegido por Jesús para "edificar su iglesia". Se llama Francisco, ha atravesado el océano Atlántico, nació en un barrio de la ciudad de Buenos Aires, creció rodeado de fútbol, tango, literatura y estudios de ciencias químicas. Es hijo de la fe de un pueblo, recibida a su vez de misioneros europeos, especialmente españoles, y de la transmisión de su abuela italiana, del Piamonte. Se formó en la escuela de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola.