lunes, 20 de junio de 2011

Nueva generación de padres

Somos de la nueva generación de padres, decididos a no cometer con nuestros hijos los mismos errores que nuestros padres cometieron con nosotros, y en el esfuerzo de evitar los abusos del pasado, ahora resulta que somos los padres más comprensivos; pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia.
 
La gran diferencia es que estamos lidiando con unos niños que son mucho más inteligentes, agresivos y rebeldes de lo que nosotros fuimos.

Parece que en nuestro esfuerzo por ser los padres que hubiéramos querido tener, nos hemos ido de un extremo a otro y ahora resulta que somos la generación de los últimos hijos que fueron regañados y corregidos por sus padres, y al mismo tiempo la  primera generación corregida y regañada por sus hijos .
 
Somos los últimos hijos que temieron a sus padres y los primeros que temen a sus hijos. Los últimos que crecimos bajo la autoridad de sus padres y los primeros que viven bajo el yugo de nuestros hijos. Y lo que es peor, los últimos hijos que respetaron a sus padres, y los primeros padres que tenemos que aceptar a hijos que no nos respetan.
 
En la medida que la permisividad reemplazó a la autoridad, los términos de las relaciones familiares han cambiado completamente. Por supuesto en los casos en que la autoridad se confundía con autoritarismo, estos cambios han sido para bien; pero en muchos otros aspectos de las relaciones familiares han sido realmente devastadores.
 
Antes se consideraban buenos padres cuyos hijos se comportaban bien, les obedecían y los trataban con respeto. Los buenos hijos eran niños formales que amaban y sentían un profundo respeto por sus padres.
 
Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque sea a costa de que no los respeten.
 
Las cosas han cambiado tanto que ahora son los hijos los que exigen el respeto de sus padres, entendiendo por tal que acepten sus ideas, gustos y deseos, formas de actuar y de vivir, y que además les financien todo lo que necesitan para vivir. Los roles se invirtieron y ahora son los papás quienes tienes que agradar y evitar contrariar a sus hijos; para tener la vida en paz y no una guerra civil en su casa. Esto explica el gran esfuerzo que hacen los padres para ser amigos de sus hijos.
 
Lo cierto es que si el autoritarismo del pasado lleno a los hijos de temor hacia sus padres, la debilidad del presente los llena de miedo al vernos tan débiles y perdidos como ellos.
El autoritarismo aplasta pero la permisividad confunde y desconcierta.
 
Los hijos durante su niñez, necesitan percibir que estamos en control de las cosas y las situaciones, TIENEN QUE VERNOS CON EL AMOR, CAPACIDAD Y AUTORIDAD SUFICIENTES PARA PONERLES LIMITES, CONTENERLOS Y GUIARLOS EN TODO MOMENTO.
 
Solo una actitud amorosa, firme y respetuosa, les permitirá confiar en nuestra capacidad de dirigir sus vidas mientras son menores. Simplemente porque verán que vamos delante de ellos mostrándoles el camino, y no detrás de ellos rendidos a su voluntad y caprichos.
RECUPERAR LA RESPONSABILIDAD Y NUESTRO PAPEL COMO PADRES, ES LA UNICA MANERA DE EVITAR QUE LAS NUEVAS GENERACIONES SE AHOGUEN EN EL DESCONTROL Y LA FALTA DE PROPOSITOS, EN EL QUE SE ESTA HUNDIENDO ESTA SOCIEDAD,QUE CADA DIA PARECE IR MAS A LA DERIVA, SIN VALORES, PRINCIPIOS, LIMITES ,PARAMETROS.
 
Del libro "REFLEXIONES PARA EL ALMA" - AUTOR JOSE LUIS PRIETO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario