sábado, 30 de junio de 2012

Homilia del Papa en Milán (VII Encuentro Mundial de las Familias)



 
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

Parque de Bresso
Domingo 3 de junio de 2012

Venerados hermanos,
Ilustres autoridades,
Queridos hermanos y hermanas


Es un gran momento de alegría y comunión el que vivimos esta mañana, con la celebración del sacrificio eucarístico. Una gran asamblea, reunida con el Sucesor de Pedro, formada por fieles de muchas naciones. Es una imagen expresiva de la Iglesia, una y universal, fundada por Cristo y fruto de aquella misión que, como hemos escuchado en el evangelio, Jesús confió a sus apóstoles: Ir y hacer discípulos a todos los pueblos, «bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 18-19). Saludo con afecto y reconocimiento al Cardenal Angelo Scola, Arzobispo de Milán, y al Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, artífices principales de este VII Encuentro Mundial de las Familias, así como a sus colaboradores, a los obispos auxiliares de Milán y a todos los demás obispos. Saludo con alegría a todas las autoridades presentes. Mi abrazo cordial va dirigido sobre todo a vosotras, queridas familias. Gracias por vuestra participación.

domingo, 24 de junio de 2012

El Año de la Fe es la respuesta a la crisis de hoy

En la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar la presentación del “Año de la Fe” (11 de octubre 2012- 24 de noviembre 20123). Intervinieron en el acto el arzobispo Rino Fisichella y monseñor Graham Bell, respectivamente presidente y subsecretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. El arzobispo Fisichella ilustró también calendario de los grandes acontecimientos que tendrán lugar a Roma en el curso del Año de la Fe y presentó el sitio Internet y el logo que caracterizará todos los eventos del Año.

«Benedicto XVI, en su carta apostólica ´Porta Fidei´ -dijo el prelado- hablaba de la exigencia de volver a descubrir el camino de la fe para resaltar cada vez más la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. A la luz de este pensamiento (...) ha convocado un ´Año de la Fe´ que comenzará en coincidencia con dos aniversarios: el quincuagésimo de la apertura del Concilio Vaticano II (1962) y el vigésimo de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992) ...El Año de la Fe se propone, ante todo, sostener la fe de tantos creyentes que, en medio de la fatiga cotidiana, no cesan de confiar, con convicción y valentía ,su existencia al Señor Jesús. Su testimonio, que no es noticia (...) es el que permite a la Iglesia presentarse al mundo de hoy, como en pasado, con la fuerza de la fe y con el entusiasmo de los sencillos».

lunes, 18 de junio de 2012

FE EN LA IGLESIA Y VATILEAKS



Los que han salido a la luz en los últimos meses de filtración de documentos en la Santa Sede, son dolorosos y escandalizan a muchas almas buenas, que resultan confundidas con informaciones que no acaban de entender.

Con este artículo sólo queremos dar una visión general de esos sucesos y reflexionar sobre la relación que pueden tener las miserias humanas con la fe en la Iglesia.

La explicación más sencilla y clara de cómo estos sucesos pueden afectar la fe en la Iglesia, se da con un ejemplo. Si se lo entiende, se entendió todo y no hace falta más que transportar el ejemplo al otro campo.

Jesús está realmente presente en la Eucaristía. Está en las especies de pan y de  vino. Si el vino consagrado se avinagra, ¿qué pasa? ¿Esto afectaría mi fe en la Eucaristía (en el sentido de que produjera dudas de fe en mí, plantearme cómo puede ser que si allí está Cristo, el vino se avinagre)? ¿Se pudre acaso Dios? No, sencillamente deja  de haber presencia eucarística. Si la especie del pan se echa a perder ¿Qué pasa? ¿Dios se ha enmohecido? No. La corrupción de los accidentes de pan y de vino, no afectan mi fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

Lo mismo sucede con los instrumentos libres de Dios: si yo –sacerdote–  me pudro (me desvirtúo espiritualmente, me vuelvo polígamo, asesino…) ¿deja de tener valor lo que Dios hizo a través mío en los años de sacerdocio? No, sencillamente el instrumento se corrompió y dejó de ser instrumento (el problema es suyo, no de Dios).

Benedicto XVI llama a la congruencia y recuerda: “Dios reconoce al verdadero cristiano”


El Papa Benedicto XVI envió un video mensaje a los miles de fieles que participaron en el 50° Congreso Eucarístico Internaciona que concluyó ayer en Irlanda, en el que expresó enérgicamente que la Iglesia no puede ser manchada por quienes convierten el cristianismo en un mero hábito y no se alimentan seriamente con la Eucaristía.