Un día, el demonio principal Lucifer, convocó una convención mundial de demonios. En su discurso de apertura les dijo:
No podemos evitar, que parte de los que siguen los Evangelios, tenga una vida espiritual y nos dificulten nuestro trabajo, tratando de que otras también tengan vida espiritual y vayan a sus reuniones espirituales. Tampoco podemos evitar que lean la Biblia y conozcan la verdad, y les nazca el deseo de tener una relación intima con su Salvador. Una vez que establecen esa conexión con Dios, nuestro poder sobre ellos se pierde.
Así que déjenlos asistir a sus reuniones y lecturas, pero el secreto está en robarles su tiempo, de manera que no tengan tiempo para desarrollar una relación con Dios... Esto es lo que quiero que hagamos todos: "Tenerlos distraídos y ocupados en temas no espirituales durante todo el día."
Y ¿Como haremos eso?, Gritaron los demonios.
Manténgalos ocupados en las nimiedades de la vida, e inventen innumerables proyectos que ocupen sus mentes respondió Satanás. Tiéntenlos a gastar, gastar y gastar, sobre todo en cosas innecesarias pero que les adulan su vanidad. Persuadan a las esposas para que vayan a trabajar por largas horas y a los esposos a trabajar de 6 a 7 días cada semana y de 10 a 12 horas al día, hasta que queden cansados y sus bolsillos vacíos.
Tengan sus mentes
ocupadas con la política, que como sabéis es una buena fuente de
discusiones y enfrentamientos inútiles. Crea animadversiones antipatías y
odios entre ellos, al igual que determinados deportes, que pueden ser
saludables para los que lo ejercitan directamente, pero la mayoría lo
ejercitan desde la TV, o en las gradas del campo de futbol. Es este
también un buen medio de crear tensiones y banderías que los enfrentan
unos contra otros.
Por nada del mundo los dejen pasar tiempo con sus hijos y seres queridos. A medida de que sus familias se fragmenten, pronto, sus hogares no serán un escape a las presiones del trabajo.
Sobre estimulen sus
mentes con la necesidad de consumir, que ellos es bueno pues evita el
compartir con otros y ganar méritos ante nuestro Enemigo. Que no puedan
escuchar ni meditar la palabra de nuestro Enemigo (la de Dios
lógicamente).
Tiéntenlos a que usen
a tope el mundo material que les rodea y háganles comprender que lo que
les da placer es la materia no el espíritu. Escuchen sus radios siempre
que conduzcan sus vehículos, mantengan constantemente encendidos, en
sus hogares, su TV, DVD y que su mundo toque constantemente música
degradante y estridente con letras obscenas.
Llenen las mesas de
centro con revistas y periódicos, para bombardear sus mentes con
noticias las 24 horas del día. Inunden su correo con basura, catálogos,
rifas, servicios y falsas esperanzas. Pongan modelos bellas y delgadas en las revistas en la
TV, para que los esposos crean que la belleza exterior es lo que importa
y se sientan insatisfechos con sus esposas. Mantengan a las esposas demasiado agotadas, para NO amar a
sus esposos por las noches, ellos empezarán a buscar en otra parte
rápidamente.
Emociónenlos con las nuevas tecnologías a sus hijos, para que lleguen a pensar que las cosas materiales son importantes... Aun en horas de distracción y esparcimiento, háganlos que sean excesivos. Que regresen agotados. Y cuando
tengan reuniones de tipo espiritual, si es que no han logrado
apartarles de ellas, involúcrenlos en chismes y charlatanería, para que
salgan de ahí con sus conciencias perturbadas.... Pronto estarán trabajando con sus propias fuerzas, sacrificando su salud y su familia por el bien de la causa.
Pongan siempre más
empeño, en tentar a los elementos más peligrosos, como son los
sacerdotes, que son los que por tener una vida espiritual más profunda,
son huesos más difíciles de roer, pero piensen que torres más altas ya
han caído y un triunfo de esta clase equivale a muchos otros, que solo
hay que darles suaves empujones, pues por el camino que llevan,
prácticamente están ya en el saco.
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